Áreas a las que afecta el TDAH
Esta problemática puede tener un impacto negativo en la percepción que los padres tienen acerca de su propia eficacia para disciplinar, provocándoles mayor estrés, culpa y frustración. Esta carga de culpabilidad les hace sentirse impotentes, ineficaces y malos padres y estos sentimientos unidos al trato tan difícil del día a día con un TDAH hacen que la incidencia en la familia sea mayor que el propio trastorno ya que el 80% de los padres tienen ansiedad, el 25% depresión, el 20% de las madres deja su trabajo y el 20% se separa, etc.
Escolar: No sólo afecta a la relación con el maestro, si no también académicamente, fundamentalmente en lectura, escritura, ortografía y matemáticas, también afecta a la memoria, principalmente la memoria de trabajo.
Social: Estos niños tienden a ser impacientes, ser más agresivos, no respetar los objetos y espacio de los demás, etc., por lo que los otros niños, en muchos casos los rechazan y aíslan: esto les causa tristeza, frustración y enojo, aumentando así las conductas inapropiadas. También la vida social de los padres se muestra afectada ya que se sienten incómodos públicamente, por lo tanto, evitan salir y disminuyen las visitas a parientes y amigos por miedo a que el niño se comporte inadecuadamente. Por lo tanto, el tiempo que se podría dedicar al ocio o diversión se recorta. Esto puede aumentar la insatisfacción al disminuir el tiempo que se comparte como familia, desencadenando mayor estrés y frustración en el entorno familiar.